Las compras de inmuebles no residenciales se disparan en los ocho primeros meses hasta un valor de 7.061 millones de euros, y hacen prever un cierre de 2017 por encima de las cifras alcanzadas el ejercicio anterior.
El mercado inmobiliario español continúa como foco de atracción de la inversión a nivel global. Así, hasta agosto, la inversión en activos inmobiliarios terciarios (es decir, los no residenciales) ascendió a 7.061 millones de euros. Este volumen es un 62% superior al registrado al mismo periodo de 2016, según los datos de la consultora Catella. “Hay muchísimo interés por España y, de hecho, hay más euforia inversora que producto disponible. Aún así, la inversión ha crecido en todos los segmentos”, explica Carlos López, socio de Catella.
Por tipología de inmuebles, los activos comerciales han copado el 45% de la inversión total, con un volumen superior a los 3.200 millones de euros, un 52% más que en los ocho primeros meses de 2016. De hecho, la cifra ya supera a toda la registrada el año pasado, situándose muy cerca del ejercicio récord de 2007, cuando la compra de activos comerciales superó los 3.590 millones, señalan desde la consultora.
De este montante, la inversión en centros comerciales supuso el 60% del total de la inversión comercial, con 1.929 millones. Esta cifra se explica por el cierre de grandes operaciones como la compra de Xanadú, en Arroyomolinos (Madrid), por el que Intu Properties desembolsó 530 millones; o la operación de Nueva Condomina, en Murcia, comprado por Klépierre por 233 millones.
Interés
Los grandes inmuebles no fueron los únicos activos comerciales que despertaron interés:los locales en calle, también. Así, hasta agosto, se desembolsaron 711 millones en este tipo de inmuebles, destacando operaciones como la compra de Preciados 9, futura tienda emblema de Pull & Bear en el centro de Madrid, por parte de Generali por 98 millones. En medianas superficie y supermercados, los inversores pagaron otros 516 millones, con la operación de una cartera de nueve parques comerciales, por 193 millones, por parte del inversor sudafricano Vukile.
En el caso de las oficinas, la inversión ha crecido un 46% hasta alcanzar los 1.512 millones. “La cartera Boston -formada por 14 edificios de oficinas repartidos entre Barcelona, Madrid y Valencia-, propiedad de BBVA y adquirida por Oaktree por 180 millones ha sido la transacción más importante. En Madrid, la más relevante ha sido la adquisición del parque empresarial Manoteras por parte de Tristan Capital (103 millones), mientas que, en Barcelona, la más destacada ha sido la compra de Torre Agbar por Merlin Properties (142 millones)”, señalan desde Catella.
En 2017, la compra de hoteles se elevó un 25% hasta situarse en 1.760 millones, gracias a operaciones como la del Edificio España, por 272 millones, pero también por las compras protagonizadas por fondos internacionales como London & Regional (que adquirió cuatro hoteles situados en costa e islas por 240 millones de euros), Starwood y KKR.
El sector logístico tampoco se ha quedado atrás en lo que se refiere a aumento de inversión y, entre enero y agosto, este nicho ha crecido un 31%, hasta alcanzar un desembolso total de 575 millones. “El aumento del interés de este tipo de activos se debe principalmente al bajo nivel de disponibilidad, tanto en Madrid como en Barcelona, y al crecimiento del ecommerce”, subrayan desde la consultora. En este tipo de inmuebles, la operación más relevante ha sido la venta del portfolio de GreenOak por 243 millones de euros a P3 Logistic Park.
Si los activos comerciales son la estrella de la inversión por tipología de inmuebles, por perfil de comprador los fondos internacionales siguen siendo los protagonistas indiscutibles.
Entre enero y agosto, los fondos coparon el 42% del volumen total invertido; mientras que las empresas inmobiliarias representaron el 28% del total – “un dato que muestra cómo han incrementado significativamente su cuota de mercado”-, mientras que las Socimis, que en 2014 y 2015 eran los inversores más activos, en este ejercicio han reducido su participación hasta el 11%.
“Por otro lado, los inversores core han vuelto al mercado, con adquisiciones de inmuebles prime, situados en Madrid y Barcelona. Aseguradoras, family offices y otros inversores institucionales han comprado activos como oficinas y locales comerciales en Madrid, con rentabilidades cercanas al 3%”.
Cierre del año
El aumento del 62% de la inversión en los primeros ocho meses de 2017 con respecto al año anterior ha disparado las buenas expectativas del cierre del ejercicio, según los expertos inmobiliarios. “Mantener un crecimiento de más del 60% es muy difícil, ya que es muy elevado, pero sí que va a ser un año récord, con un volumen cercano a los 10.000 millones de euros, frente a las cifras de más de 8.500 millones de inversión terciaria de 2016”, augura López.
En el mantenimiento de las operaciones de inversión jugará un papel relevante la rotación de las carteras de activos no estratégicos de las Socimis, subraya el socio de Catella, aunque la falta de producto condicionará el crecimiento. Según explica, “en 2007, alcanzamos 11.500 millones de euros de inversión terciaria, pero ahora hay escasez de activos, y esto se ve en los inmuebles que han cambiado de manos varias veces rápidamente”.
La compra de activos residenciales, en aumento
A los más de 7.060 millones invertidos en el sector terciario (retail, oficinas, hoteles y logística), hay que sumar las grandes compras de carteras de activos residenciales, como suelos y viviendas, así como préstamos vinculados a inmuebles, realizadas en 2017. Entre estas operaciones, destaca una por encima del resto: la compra del 51% de la cartera inmobiliaria de banco Popular por parte de Blackstone. Este lote, valorado en 5.100 millones, incluía, sobre todo, préstamos impagados, aunque también inmuebles adjudicados. Otras operaciones son las compras de suelos residenciales, como la protagonizada por Neinor, que pagó 68 millones a Unicaja Banco.
(Fuente: Expansión – @rocioruizsa )