El mercado de la vivienda en España presenta desde hace meses una tendencia positiva, con un incremento en el número de compraventas. En este escenario, hay un comprador que ha regresado con fuerza y es el internacional.
Según los datos de la consultora inmobiliaria JLL, los compradores internacionales invirtieron el año pasado más de 800 millones de euros en adquirir 53.500 activos residenciales en España. Esta cifra supone el 13,25% del total transaccionado, frente al 13,18% que supuso el año anterior. “2016 puede considerarse un excelente año en cuanto a demanda extranjera de vivienda, especialmente si consideramos que el incremento porcentual se ha producido en un periodo de crecimiento del número de compraventas nacionales”, explican desde JLL.
Por nacionalidades, los británicos encabezan el ránking, copando el 19% de las transacciones realizadas. Esta cifra, no obstante, es sensiblemente menor a la de años anteriores, reflejando el efecto de la aprobación del ‘Brexit’. A los ciudadanos británicos les siguen franceses (copando el 8% de todo el volumen), alemanes (con el 7,6%), suecos (6,7%), belgas (6%) e italianos (5,4%).
“La disminución de la demanda británica a favor de otros países da lugar a una mayor diversificación de nacionalidades, lo que, sumado a unos precios aún muy atractivos para el comprador extranjero, aporta mayor seguridad en cuanto a la evolución de la demanda”, explica Maurice Kelly, director de Residencial y Suelo de JLL.
Ejercicio récord
Si la cifra de compraventa de viviendas por parte de extranjeros en 2016 fue la más alta de la última década, 2017 ya ha pulverizado este récord.
Según JLL, los compradores internacionales ya han desembolsado 888 millones de euros en compra de viviendas durante los seis primeros meses de 2017. En el mismo semestre del año pasado, esta cifra fue de 330 millones.
“La tendencia es claramente positiva, siendo previsible que el peso de la demanda extranjera siga siendo superior al 13% a pesar del descenso de los británicos”, aseguran desde la consultora. “Los precios siguen siendo especialmente atractivos para muchos extranjeros, en concreto en determinadas zonas costeras, por lo que previsiblemente seguirán aproximándose un amplio abanico de ciudadanos de nacionalidades varias, especialmente europeas, a comprar vivienda en España, aprovechando una coyuntura muy favorable en un país con un enorme atractivo turístico”.