A la hora de firmar un contrato de alquiler, tanto el inquilino como el propietario deben tener en cuenta una serie de cuestiones para conseguir una experiencia grata en el proceso de arrendamiento. Además, cada uno tiene una serie de derechos y obligaciones que debe conocer antes de firmar el contrato.
Aquí te ofrecemos algunas de las claves principales:
En cuanto a los propietarios
Legislación
Los propietarios deben adaptarse a los cambios de la ley de arrendamiento que entró en vigor en 2013 que establece, entre otros puntos, la duración mínima permitida en los contratos de alquiler. Existen modelos de contratos legales con los que el propietario puede contar.
El ejercicio del alquiler debe estar declarado a Hacienda, de lo contrario el propietario se enfrentará a determinadas penas y sanciones. Igualmente, alquilar una vivienda y dar constancia de ello conlleva una serie de ventajas fiscales.
Fijación del precio del alquiler y las condiciones del contrato
El propietario tiene derecho de fijar una cuota mensual y una fianza y establecer las condiciones que estime oportunas dentro de la legalidad del contrato, como la duración y/o la actualización.
El precio de la renta puede ser actualizado por el propietario en la fecha que se cumpla cada año de vigencia del contrato y pactado por ambas partes.
Es conveniente incluir en el contrato un inventario detallado de los bienes que se encuentran en la vivienda antes de alquilarla.
Qué hacer contra un inquilino moroso
Esta es una de las mayores preocupaciones de los propietarios, pero ante esta situación existen medidas como un aval bancario o un seguro de alquiler que dan ciertas garantías. Si el inquilino deja de abonar la cuota se aconseja llegar con él a un acuerdo extrajudicial. Si no da resultado, hay que recurrir a la vía judicial y esta tendrá dos desenlaces: el arrendatario paga o se produce el desahucio. El proceso puede durar meses.
Otros derechos u obligaciones del propietario
-Reclamar la vivienda en caso de necesidad extrema.
-Demandar una compensación si el contrato finaliza prematuramente por parte del inquilino.
-Finalizar el contrato si hay falta de pago, subarriendo, daños en la vivienda o que el inquilino realice actividades molestas, insalubres o nocivas.
-Conservar la fianza si finalizado el contrato hay daños en la vivienda. El inmueble debe ser devuelto en las condiciones previas al alquiler.
-Pagar los impuestos y tasas municipales (como el IBI o el seguro del contenido de la vivienda).
En cuanto a los inquilinos
Las cláusulas del contrato
El inquilino debe comprobar que en el contrato no existan cláusulas nulas, ya que estas limitan los derechos del arrendatario establecidos en la Ley de Arrendamientos Urbanos. Cláusulas de este tipo son, por ejemplo: Obligar al inquilino permanecer en el vivienda durante el primer año (ya que puede dar por finalizado en contrato una vez pasado los seis primeros meses, con la correspondiente penalización que establezca la ley) o el acceso a la vivienda por parte del arrendador.
Finalización del contrato
El inquilino puede finalizar el contrato cuando haya estado seis meses en la vivienda y avisado con treinta días de antelación.
Si el contrato es inferior a tres años, se renueva anualmente. Si se sobrepasa este tiempo se recurre a la “Prórroga tácita automática”, en la que el contrato se renueva de manera automática cada año a no ser que alguna de las partes no lo desee.
La fianza
La fianza debe ser entregada al propietario quien debe devolverla en caso de que no haya desperfectos ni impagos en el momento en que se acaba el contrato de alquiler. Existe una falsa creencia: que “el propietario consta treinta días para entregar la fianza”, la cual no está determinada por ninguna ley.
Otros derechos u obligaciones del inquilino
-Negociar el precio y duración del contrato.
-Tener beneficios fiscales en la declaración de la renta.
-Comprobar si es necesario dar de alta servicios como la luz, el agua, el gas o el teléfono y encargarse de los gastos del suministro.
-Dejar la vivienda tal y como estaba antes de finalizar el contrato.
-Abandonar la vivienda si el arrendador demuestra que la necesita.
-Desalojar la vivienda en caso de impago.
Ambos
El contrato de alquiler
Debe reflejarse en el documento información básica de los contratantes, la identificación de la vivienda, duración, renta y cláusulas pactadas.
La renta
La cuota final se acordará por ambas partes.
Obras y reparaciones
Las obras generales y de mejora están a cargo del propietario y deben mantener la vivienda en estado de habitabilidad. Si se prorrogan durante más de veinte días, el inquilino podrá desistir del pago proporcional a parte de la vivienda que no esté condicionada para habitarla.
De las pequeñas reparaciones derivadas del uso normal de la vivienda es responsable el arrendatario.
En caso de que el inquilino efectúe obras por minusvalía debe devolver la vivienda tal y como estaba cuando termine el contrato si lo exige el propietario.
Alquilar la vivienda a través de un profesional
Esta puede ser una importante opción, ya que algunas de las ventajas son el asesoramiento, la profesionalidad y el ahorro de tiempo.